Esto debería ser más bien un diario y no un escrito en mi blog. Pero es una manera de compartir mis paseos por lugares encantadores con quién se da el tiempo para leer.
¡Me encanta la Ciudad de Washington y sus alrededores! Es la cuarta vez que visito esos lugares, y siempre digo lo mismo.
Me siento "en mi hogar" con la forma como Yvette siempre me recibe con tanto Amor y alegría. Cada vez que compartimos tiempo es muy enriquecedora su presencia y forma de ver la vida. Siempre aprendo de ella.
En DC me gusta caminar por sus calles llenas de historia, impresionantes construcciones (edificios, monumentos, casas, parques, etc). Me gusta el orden que conserva este lugar; creo que hasta el más desordenado se sintoniza con la armonía aquí.
Me reencontré con una nueva Amiga, Alex, y me gustó haber asistido a su servicio como Ministra en el Centro para la vida espiritual que ella dirige. Fue lindo pasar tiempo conversando con ella en su casa a la cual tuve el honor de ser invitada una tarde. Alex es una presencia dulce en mi vida.
En este viaje había un deseo especial. Tenía mucho tiempo queriendo conocer la nieve natural. Y mi deseo fue cumplido con más, mucho más de lo que yo podía haber imaginado.
Mi Amiga Yvette me llevo a Frederick, en la parte norte del estado de Maryland. Ahí fuimos a un Parque llamado Grambill, en las montañas. ¡Woooooow! Sólo había visto esos bosques en alguna película norteamericana, pero estar ahí, ver este bosque nevado, tocar la nieve, caminar y dejar huellas, jugar como niñas lanzando bolas... Si, me emocione hasta las lágrimas.
La Vida me Ama. El Universo me da los deseos de mi corazón, de manera maravillosa, superando aún mis expectativas.
