Una pregunta que no volvere a hacer
El 1 de enero del recién año pasado me propuse cada día afirmar lo que quería ver manifestado en mi vida. Procuré, como dice Miguel Ruiz, ser lo mas impecable que pude con mis palabras (y por lo tanto con las ideas). Y mi vida fue cambiando poco a poco, siendo aun mas maravillosa de lo que yo siquiera pude imaginar con mi limitada mente humana. Estar vigilante cada día no fue fácil, menos al principio, porque había que estar al pendiente de que tenia en mente para poder entonces elegir con que quedarme, para hacer de ese día un día valioso. Por ejemplo, si he tenido una mañana algo presurosa, pero me ha gustado el almuerzo, me quedo al final del día con "estuvo delicioso mi desayuno". Entonces me di cuenta que estar feliz, ser optimista, es una cuestión de actitud, de hacer que eso se convierta en un hábito. Mi cumpleaños fue hace apenas unos días, y les puedo decir que este ha sido si no el mejor, si uno de los mejores cumpleaños de mi vida. Porque me sentí amada y bendecida...