jueves, 6 de mayo de 2010

¡QUE PLANTÓN!

Como ya se han dado cuenta, no solo me gusta ver películas y escuchar música; también me gusta ir al teatro, entre otras muchas cosas.
En muchos lugares, eventos y circunstancias podemos encontrar los mensajes que son importantes recibir y que enriquecen nuestra alma. El día de hoy estoy compartiendo con ustedes la obra musical ¡Que plantón!.

A continuación esta la trama:

"El mundo está siendo destruido por el hombre. El Creador, desde el cielo, le quita el poder de gobernar al hombre para dárselo a otros seres. Después de pensarlo por algún tiempo, decide darle la oportunidad al reino vegetal y envía a su hijo, "El Profeta", para que ellos se enteren de lo sucedido. Para ello, "El Creador" crea el invernadero más grande del mundo y les da a las plantas el poder del habla.
Las plantas, desconcertadas por hablar y cantar por primera vez, miran al profeta y escuchan sus palabras. "El profeta", a su vez, les comenta a las plantas que se encuentran a prueba para ver si son capaces de gobernar el mundo. Para poder tener ese privilegio y el poder del desplazamiento tienen que ser capaces de resolver acertijos que logran descifrar sin problemas. Sin embargo, ninguna es capaz de saber "qué es lo que todas las plantas tienen en común".
Al no tener la respuesta del acertijo, "El Profeta" les pide que un grupo selecto vaya en búsqueda de plantas de diversos lugares. Deberán viajar por todo el mundo mientras que quienes no viajen volverán a caer en el sueño eterno. Los elegidos son "El Pino", "La Rosa", "La Orquídea", "La Hiedra Venenosa", "El Nopal" y "El Sauce Llorón".
"El Profeta" les da 2 bolsas con polvos de los poderes del habla y del desplazamiento para comenzar su misión. "El Pino", para saber a dónde ir, decide despertar al sabio "Ahuehuete", el cual designa al pino como líder de la misión. Esto enfurece a la Hiedra que decide boicotearlo, sin lograrlo.
Una estrella fugaz hace que los 6 compañeros lleguen a un campo arado en el que, por accidente despiertan a "La cebolla", una tierna y campirana amiga que sólo desea ser querida. Con su nueva adquisición al grupo, todos viajan a la selva y allí despiertan a "La Palmera" y al "Mango Petacón", una pareja que irradia alegría y sensualidad.
Sin embargo, la entrada del mango y la palmera confunde a los integrantes, quienes deciden que la belleza es lo que tienen en común todas la plantas. Ellos se marchan y dejan olvidada a la cebolla que empieza a llorar desconsoladamente. Ella, con sus lágrimas despierta al "Hongo" y a "La Marihuana" que llegan a consolar y a convertirse en los mejores amigos de "La cebolla.
Al regresar al grupo, la cebolla les comenta que la belleza no es lo que todos tienen en común. Esto desata una batalla campal que sólo se calma con los efectos que el hongo y la marihuana utilizan para detener el pleito.
Al regresar del trance, las plantas son castigadas por el profeta que los condena a vivir y sufrir en el desierto. Ellos, al querer encontrar agua, despiertan al cacto que los engaña para que despierten a sus hermanos.
El grupo, muerto de sed y a punto de morir, se arrepiente de todo lo que ha estado ocurriendo últimamente. La Hiedra, sin embargo, traiciona al grupo y le da los polvos al Cacto. Más tarde, todas las plantas encuentran a la hiedra espinada, maltratada y arrepentida por haber traicionado a sus amigos.
Las plantas de la misión perdonan a la hiedra y siguen su camino hasta que llegan al final del desierto y encuentran al Cacto y a sus hermanos muertos...están en la ciudad.
La contaminación de la ciudad no los deja vivir y están muriendo. Ellos utilizan los últimos polvos que les quedaban en una planta de plástico que no sirve de nada.

Así, en medio de la desesperación se dan cuenta que lo que todas las plantas tienen en común es que producen oxígeno, por lo que produce más y más hasta volver a la vida
De repente, todos se encuentran nuevamente en el invernadero con todas las plantas que estaban dormidas. Todos están contentos con el resultado y comienzan a hacer planes de cómo controlar al mundo
El profeta baja nuevamente y les dice que al resolver el enigma tenían derecho a gobernar el mundo, lo cual causa un nuevo altercado entre todas las plantas que el pino logra calmar.
Todos se dan cuenta que el verdadero poder de gobernar al mundo está dado al público, el héroe verdadero de la función".


Y podrán decir: ¿y que tiene que ver esa obra conmigo? Pues, ¡TODO! Nosotros no producimos oxígeno, pero si AMOR. Y también tenemos la libertad de pensar, analizar, decidir: escoge siempre hacer buen uso de esas libertades. Nosotros somos los que dirigimos la obra.
Cuando se presente la obra en el teatro, ya sea profesional o estudiantil, te invito a que la vayas a ver...realmente vale el boleto.