jueves, 23 de julio de 2009

SINGULARMENTE IGUALES

En su centro, cada ola es, fué, y será, siempre océano.
No puede remediarlo.
Ella puede agitarse, bullir, y echar espuma al intentar ser diferente, mas eso no afecta lo que ella es en el fondo.
No confundamos la forma en que algo se expresa con lo que realmente es.
La ola del océano ruge y espuma enorme y amenazadoramente reaccionando al viento. Ella se calma y se serena reaccionando al cálido sol.
Podemos llamar una ola del océano musulmana, llamar a otra judía, a otra hindú, a otra católica, etc. Podemos designar ciertas olas femeninas y a otras masculinas. Podemos identificar algunas olas como de cierta nacionalidad.
Mas eso no afecta de ningún modo la unidad de la ola con el océano y, en esa unión, su unidad con otras olas.
Manténte alerta: Con demasiada frecuencia ponemos atención a las diferencias superficiales que existen entre las personas, cuando lo que es valioso e importante es pensar en nuestra increíble unidad. SOMOS UNO.