martes, 11 de diciembre de 2012

Un hogar no es una casa

En los traslados por aire y tierra de este importante viaje de fin de semana pasado, tuve tiempo de meditar, agradecer, obervar, reflexionar. Digo, no es que no lo haga en donde estoy cada día, pero el estar fuera de la ciudad me da la oportunidad de ampliar aún más mi "visión".
Me di cuenta de la enorme cantidad de casas que hay por todas partes, en campos y ciudades. Desde casas de ladrillos, blocks de cemento, madera, adobe, etc. Techos rojos, blancos, negros, verdes, de lamina, de palma. Casas pequeñas, casas grandes, casas donde salia el humo por chimeneas, con ventanales y sin ellas. Y sin embargo, casas son.
¿Porque "sin embargo"? Porque una casa no hace un hogar.
Un hogar para mi es ese espacio que uno va llenando con Amor cada día. El Hogar lo hacemos quienes vivimos en ese espacio. Cada vez que uno cuelga un cuadro que le gusta, o coloca un adorno de centro de mesa, un florero, una maceta, ... Uno va dando color, calor y sentido al espacio donde vive, y ESO hace que se convierta en un hogar.
Si el Amor está presente, es un gozo estar ahí, sin importar su tamaño o lo que haya dentro.
Cuando hay Amor, se agradece y disfruta todo.
Y tú, ¿vives en un Hogar o en una casa?
¡Oh sí!, yo puedo decir que gracias a Dios, vivo en un HOGAR, DULCE HOGAR.